En la industria farmacéutica, el nitrógeno es un elemento clave por sus propiedades inertes, que cumple múltiples funciones en las distintas fases de producción y conservación. La necesidad de pureza del nitrógeno varía ampliamente, con requisitos que oscilan entre el 99,5% y el 99,9995%, atendiendo a aplicaciones específicas como el blanketing, la inertización y el sparging.
Blanketing: Proteger la integridad del producto
El blanketing es una técnica en la que el gas nitrógeno llena el espacio libre de los contenedores de almacenamiento para evitar la oxidación y la entrada de humedad. Esta capa protectora es crucial para mantener la calidad y prolongar la vida útil de los productos farmacéuticos, garantizando su eficacia y seguridad.
Inertización: Garantizar un entorno de fabricación seguro
Durante la fabricación de principios activos farmacéuticos (API), la inertización con gas nitrógeno se emplea para crear una atmósfera no reactiva. Esto es esencial para evitar reacciones peligrosas y minimizar el riesgo de incendio o explosión al manipular sustancias volátiles.
Sparging: Purificación mediante nitrógeno
El espolvoreado consiste en hacer burbujear nitrógeno a través de líquidos para expulsar los gases disueltos y las impurezas. Este proceso es especialmente beneficioso en la purificación de disolventes y otros compuestos del ámbito farmacéutico, ya que ayuda a evitar la oxidación y la contaminación.